miércoles, 30 de marzo de 2011

Análisis de "Mimentos"

“MIMENTOS”

¿Y si el Tuga estuviera dentro de un libro?....
Tuga no logra dormir bien en las noches. Un día se despierta y cuando abre la puerta de su casa encuentra una gran sorpresa. Tendrá una misión que cumplir en el puerto, encontrar el zapato perdido, esta búsqueda lo llevará por caminos inesperados con fantásticas y divertidas aventuras, llenas de humor y sorpresas, en una historia mágica que mezcla la narración oral y la técnica del mimo.

Los Artistas Rodolfo Meneses y María José Rivera estregaron al público presente un placentero trabajo, muy dinámico y divertido. El espectáculo junta los géneros del Mimo y de la Narración Oral, deriva en una exitosa unión y un bonito resultado estético de lenguaje claro y muy objetivo.
A pesar de que esta mezcla de estilos no es nueva, Tuga y Cote lo hacen con un particular brillo.  El espectáculo es iniciado con una bella canción ejecutada a capela y en francés. El extrañamiento provocado en este instante prepara el espectador para lo que viene a la secuencia. La historia es sencilla. Tuga tiene insomnio, y a través del relato de Cote, el espectador hace un recorrido visual, pasea por las ilustraciones vivas que nos proporciona el mimo. Tal recorrido tiene calidades de ternura, mucho humor y una pizca de crítica.
Vemos la ternura primero por la voz de la actriz en los relatos – aunque por momentos desproveída de fuerza – la buena puntuación y dicción y excelente empatía con el espectador. Por otro lado, lo tierno nos llega a través de precisas ejecuciones corporales del ya conocido Mimo Tuga.
Conversando con algunos de los presentes coincidimos en un punto bastante importante. Aunque lo lograron muy bien con el espectador, hace falta que los dos tengan un mayor contacto visual entre si. Y la falta de fuerza que se nota en la actriz por algunos momentos también coincidimos que no se da por falta de talento o conocimiento de las técnicas individuales de cada artista, si no, resultante de la falta de equilibrio entre los dos actores. Tal como un libro ilustrado, la palabra tiene su lugar al lado de su ilustración y las cantidades entre uno y otro van de acuerdo al público que tiene como blanco. Por muchos momentos la palabra en el espectáculo deja de tener esta importancia y uno se pregunta ¿Por qué? una vez que la palabra está! Y la respuesta no es tan obvia como pudiera parecer. Este riesgo corre todo trabajo que prescinde, sea cual sea el motivo o circunstancia, de la mano de un director. De esta figura que organiza, distribuye y potencia los talentos y herramientas escénicas. Como por ejemplo, la escena don Cote se prende en un baile frenético, excelente contrapunto a su figura centrada de narradora. Es su momento, o uno de ellos. Tanta intervención de Tuga hecha a perder el sentido de existir el baile.
Por otro lado el espectador se ve envuelto en una secuencia muy entretenida de gags e situaciones divertidas. Nos reímos mucho. Grandes y chicos. Porque se nota la preocupación en construir chistes que llegan a distintas edades. Los recursos de Tuga son siempre muy efectivos. El mimo cuando se ve abusado físicamente utiliza muy bien su mirada reprobadora hacia la narradora y nos concede risas pero también nos permite desarrollar la capacidad de análisis del entorno. Esta mirada de reproche también podría ser muy efectiva en situaciones donde la risa no es el fin, provocar aun más interrogantes en el espectador.
Mimentos es una linda visión de mundo. De cómo encarar y enfrentar mus pequeñas dificultades, de cómo el mundo puede ser divertido y que depende de cómo lo nos revolvemos frente a el. Es también un espectáculo que siendo porteño no lleva el tono de recuerdo y nostalgia habitual, mas produce un momento de entretención inteligente y que llega sin barreras a sus espectadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su comentàrio es importante para nuestro trabajo!